
A partir de este momento el toro salió a las calles donde trotaba de manera abanta, parándose en una calle sin salida donde, a instancias de la comisión, se le mantuvo sin citarlo.
No obstante el toro arrancó de nuevo regresando a la arena y entrando a algunos cites de manera nobilísima, como es habitual en este encaste.
Volvió a darse otra vuelta por las mismas calles y la segunda vez que regresó a la plaza fue encerrado, desconozco si fue soltado tras volver la ambulancia o reservado para otro día.


Apenas 20 minutos de lidia, en las que el toro demostró, tras una fuerte salida, excesiva nobleza y poquita fuerza.